lunes, 5 de marzo de 2018

De ti y otros deseos

Como la bolsa de té

que hace un momento atrás

hacía apnea en tu taza,

yo, poco a poco,

voy hundiendo

mi lengua filosa

entre tus piernas,

mientras las paredes

alrededor

se van retorciendo

estrepitosamente

como lo hace tu cuerpo,

tu cuerpo de ola

marina profunda,

de cascabel y veneno;

mientras tu boca

agitada y tibia

reproduce en estéreo

el sonido lánguido
 
de tus onomatopeyas,

hasta que tu figura

mortal y frágil

va flotando poco a poco

por toda la habitación,

como si de tus gemidos

emergiera repentinamente

el genio azul de mi lámpara

y yo, ignorando las cantidades,

te termine deseando

                                                                                              siempre a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El día que recorrí Caracas encima de su cuerpo

Cuando pienso en esa ciudad agitada llena de furia,  recuerdo también tus ojos gitanos devorando,  uno a uno, todos mis mie...